ALIMENTACION CONSCIENTE: CONSIGUE VENCER EL HÁBITO COMPULSIVO DE COMER

 

 

La alimentación consciente es una alternativa sencilla y muy de actualidad. Te ayuda a gestionar tu ansiedad con la comida y a descubrir cómo cuidarte, sin tener que recurrir a las dietas estrictas que ponen en riesgo tu salud física y mental.

 

¿Por qué comes cuando tienes ansiedad?

Probablemente hayas oído que hay muchas personas que comen con ansiedad llevadas por un impulso que no pueden controlar o posiblemente tú mismo hayas experimentado esta situación.

Desde mi opinión, las prisas que caracterizan nuestro día a día, la disponibilidad inmediata de alimentos y el constante bombardeo publicitario de productos, pueden provocar una disminución la sensibilidad de tus indicadores naturales de hambre y saciedad. Además, esto repercute negativamente sobre tu equilibrio cuerpo-mente.

 

Comemos con más ansiedad, descontroladamente y eligiendo alimentos menos saludables sin tener en cuenta nuestras necesidades reales.

Comer y ansiedad

En muchos casos, puedes recurrir a la comida cuando sientes estrés, insatisfacción, aburrimiento, preocupación o como recompensa tras un día duro de trabajo. Aveces incluso, no  localizas con certeza el motivo por el cual descontrolas la alimentación.

Se puede decir que en estos momentos la comida se convierte en un alivio pasajero que puede llegar a convertirse en un hábito imparable. Con el tiempo, esto se ve reflejado en tu peso. Te genera frustración, baja autoestima e inseguridad, debido a que no se ha  gestionado adecuadamente esas emociones y sentimientos.

 

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Si te sientes identificado con esta situación y quieres cambiar ese hábito compulsivo, la alimentación consciente es una práctica efectiva para lograrlo.

Introducción a la alimentación consciente

Es especialmente relevante que las personas que acuden a consulta y aprenden a comer de manera consciente encuentran desde el primer momento resultados positivos.

¡Te animo a llevarlo a cabo! En este post te explico algunas técnicas que te ayudarán a conseguirlo. En primer lugar, me gustaría darte unas pinceladas breves sobre la alimentación consciente.

La alimentación consciente o también llamada mindful eating, no es una dieta sino un proceso de autoconocimiento mediante el cual, podemos conseguir una relación más sana con la comida, el cuerpo y la mente.

Te hace poner en funcionamiento todos tus sentidos a la hora de elegir, preparar y consumir alimentos  e incluso  bebidas.

Esta práctica consiste en aplicar la atención plena propia del mindfulness a cualquier conducta alimentaria.

Busca convertir la comida en algo para disfrutar, sumergiéndonos en los colores, sabores, texturas, esencias y sonidos al comer y beber.

De esta manera, conseguirás una conexión con tu interior que te permite identificar qué es lo que realmente necesita tu cuerpo.

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Conocer nuestra forma de comer y llevar a cabo una alimentación consciente resulta fundamental para alimentarse saludablemente. Todos poseemos esta habilidad solo es necesario redescubrirla y cultivarla, así que,voy a explicarte cómo empezar.

7 tácticas de alimentación consciente que funcionan

La práctica de una alimentación consciente empieza en la elección de que comer y beber.

Intenta hacer elecciones más saludables de comida. Prioriza el consumo de alimentos vegetales dentro de tu plato. El método del plato te puede ayudar. En este enlace puedes obtener más información. 

Cocina conscientemente.

Disfrutar del momento de cocinar es una forma de mimarte y cuidarte. Te puedo asegurar que las personas que cocinan de manera consciente, disfrutando de sus olores, sensaciones, sonidos, entre otras cosas, suelen realizar elecciones más saludables de alimentos. Comen menos cantidad sin imponérselo. Además,tienen menos riesgo de comer de manera automática y de forma compulsiva.

Valora el hambre que tienes realmente

Antes de comenzar a comer te recomiendo que realices 3-4 respiraciones profundas que te permitan relajarte. Esto te permitirá estar atenta/o al momento presente e identificar más eficazmente el nivel de hambre que tienes.

Para valorar el hambre puedes utilizar una escala del 1 al 10. No te preocupes si al principio te cuesta. Realiza esto de manera constante. Pronto notarás sus beneficios y esto te motivará para convertirlo en un hábito del que no querrás desprenderte.

Cuida tu forma de comer

Come siempre sentado/a, en un ambiente relajado, no realizando otras actividades a la vez y fuera de olores y estímulos de otros alimentos, como suele ser la cocina.

Curiosamente habrás observado que los momentos en los que comes más descontrolado, mayor cantidad y de manera automática, no sueles estar concentrado/a en que estás comiendo.

Pueden coincidir que  estás de pie, atento al móvil y/o realizando tareas de trabajo. También se asocia a que la situación en la mesa sea tensa o estás pensando constantemente en el problema que has tenido antes de ponerte a comer e incluso, lo que tienes que hacer en cuento termines tu comida.

Permítete dedicarte este momento, te lo mereces. A lo largo del día no es tanto el tiempo que gastas en el acto de comer. Además, cuidarás tu salud y ganarás el tiempo que probablemente dedicarías en acudir a médicos  u otros terapeutas por no hacerlo.

Respeta tu espacio

Crea tu espacio en la mesa y visualiza lo que vas a comer, te ayudará a ser más consciente de lo que ingieres.

Comer de fuentes o platos conjuntos, poner la barra de pan entera a nuestro lado y levantarnos constantemente de la mesa, provoca mayor descontrol y desequilibrio a la hora de comer.

Te recomiendo que comas en platos individuales y que te pongas todo lo que te vas a ingerir desde el principio, incluido el postre.

Con esto lograrás ser más consciente si tus platos son equilibrados. Ten en cuenta también que, en ocasiones tenemos la sensación de haber comido poco porque no valoramos visualmente el conjunto. Vamos cogiendo platos poco a poco, levantándonos constantemente. En consecuencia, se crea una percepción errónea de lo que realmente estas ingiriendo.

Comer es un placer.

Intenta descubrir que sabores, textura, olores y aromas te ofrece los alimentos. Para ello, suelta los cubiertos, mientras lo estés valorando. Disfruta de tu momento. Repite este ejercicio varias veces durante la comida, te ayudará a comer más lento y masticar más los alimentos.

Valora tu plenitud.

Te recomiendo que antes de terminar el plato de comida, vuelvas a valorar tu nivel de hambre. Tranquilo/a, puedes seguir comiendo. Este ejercicio sirve para que vayas identificando cuánta cantidad de comida necesitas realmente.

 Cuídate, mimáte y disfruta

Si llevas a cabo la práctica de una alimentación consciente notarás grandes beneficios en tu salud. Puedes pensar que no tienes tiempo para todo esto pero, es importante que priorices lo que realmente es importante. Te cuento una táctica para que puedas conseguirlo:

 Haz una lista de actividades que sueles hacer a lo largo del día, incluye las horas que le dedicas a mirar el móvil, whatsapp, redes sociales, televisión, etc. Ahora intenta reflexionar si de todas esas actividades podrías ir reduciendo un poquito de tiempo ¿Podrías reducir 10 minutos al día de mirar el móvil? ¿ y 10 minutos de televisión? Ya tenemos 20 minutos y podemos sumar más.

Además, este tiempo lo estás invirtiendo en salud y en el caso de personas que suelen comer con niños estarás aportando un gran valor a su educación nutricional que repercute positivamente también en su salud.

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Contacta con un especialista 

Para finalizar, me gustaría recomendarte que si el hábito de comer emocional o por ansiedad está descontrolado es conveniente que sea evaluado por un especialista. Si quieres que te ayude a practicar una alimentación consciente, no dudes en contactar conmigo.

 

 

“Dale a cada día la posibilidad de ser el mejor día de tu vida”

“No hay piedra en el camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento”