Las Dietas milagro no existen ¿Qué puedo hacer para bajar de peso de forma eficaz?
Las Dietas Milagro que circulan constantemente por nuestros medios de comunicación deberían ser etiquetadas como los medicamentos, especificando sus pros y contras. Su uso excesivo y continuado pueden tener graves consecuencias para tu salud física y mental.
Las dietas milagro: una promesa fugaz
Suena muy tentador solucionar años de malos hábitos con un alimento milagroso, una dieta que consiste en dos o tres reglas fáciles o un simple gesto diario. Con el objetivo de adelgazar, mucha gente prueba a tomar limón por las mañana, basar su dieta en super alimentos milagrosos, estar dias enteros a piña, alcachofa o infusiones. Toda esta información circula constantemente por nuestros medios de comunicación y puede influirte negativamente si buscas desesperadamente una solución inmediata.
Cuando se realiza una dieta, el único objetivo en la mente es bajar esos kilos extras y ya está. Se enfocan en el resultado, un número y no en un proceso de cambio de hábitos que puedas mantener en el tiempo. En mi opinión, si no puedes mantener algo en el tiempo, sus resultados tampoco.
¿Qué es el circulo vicioso de las dietas milagro?
Has probado miles dietas pero ninguna te funciona, te sientes desmotivado para hacer cambios en tu alimentación porque antes fracasaste. Comienzas hacer deporte y lo abandonas, te pesas constantemente. El número que aparece en la balanza altera tu estado de ánimo, sientes ansiedad por comer todo aquello que te han prohibido. Crees que es injusto no poder disfrutar de algunas cosas de tu vida debido a tu peso…¿Te suena?
Cuando nos relacionamos mal con la comida y nuestro cuerpo, entramos en el círculo vicioso de las dietas.
Estar a dieta genera frustración y estrés. Ves resultados a corto plazo, pero terminas por abandonar después del duro trabajo. Recuperas tu peso y te sientes frustada/o y culpable por no haber alcanzado tu objetivo. Te encuentras nuevamente en tu punto de partida y más desmotivado/a.
¿Son realmente milagrosas?
A lo largo de mis años de experiencia podría decir que, más del 90% de las personas que han acudido a mi consulta para bajar de peso se han sometido a “dietas milagro” o “dietas rápidas”. Les invito a realizar una reflexión: ¿Cuánto tiempo llevas haciendo dietas rápidas? y la mayoría responde “Uffff toda la vida”. Entonces, no serán tan rápidas.
Las dietas milagro son el comienzo de las restricciones en las comidas, de la ansiedad por comer y de los atracones. Te hacen sentir continuamente: Insatisfacción, frustración, ansiedad e inseguridad.
Tips para reconocer las dietas milagro
Las estafas para perder peso suelen tener mucho en común. La Academy of Nutrition and Dietetics de Estados Unidos caracteriza las dietas milagro como aquellas que hacen las siguientes promesas:
- Pérdidas de peso muy rápidas.
- Promueven comer mucho un solo alimento o eliminan o restringen severamente un grupo entero.
- Establecen combinaciones específicas de comidas.
- Ofrecen menús muy rígidos.
- Afirman que no es necesario realizar actividad física.
Cualquiera que cumpla alguna o varias de estas premisas debería alertar a quien quiera seguir un régimen.
¿Cómo actuar para bajar de peso?
Si buscas perder peso, mantenerlo y tener una relación sana con la comida la mejor estrategia es un cambio de hábitos, crear un estilo de vida. Te propongo estos ejercicios para dar el primer paso para tu cambio de habitos:
Localiza la causa:
Focaliza tu atención en la causa que realmente te está llevando a aumentar el peso o a tener una mala relación con la comida. Algunos ejemplos son: organización en la compra y elaboración de las comidas, ansiedad con la comida, como muy rápido, mis comidas suelen ser monótonas, no identifico claramente mi intensidad de hambre y saciedad, me prohíbo alimentos, restrinjo durante la semana-compenso el fin de semana o mis días libres, entre otras.
Establece tus objetivos para el cambio:
Una vez localizada las causas te propongo hacer dos listas. Una consiste en que puedo hacer más para intentar cambiar esos hábitos y la otra, que puedes hacer menos. Por ejemplo, puedo comer más fruta, puedo establecer un tiempo para elaboración de comidas, puedo intentar andar más en mis actividades diarias, etc. De igual manera con la otra lista. Puedo tener menos productos prefabricados en casa, dedicar menos tiempo al móvil para centrarme en mis comidas y actividad física, etc.
Monitoriza tus objetivos
No intentes realizar todos tus objetivos al mismo tiempo. Esto puede hacer que puede te agobies y abandones. Intenta empezar por aquello que te resulte más fácil para sentirte más motivado/a.
«Cada paso por pequeño que sea te acerca más a tu objetivo»
Si deseas realizar un programa personalizado, planificado y flexible, según tus necesidades y ambiente familiar puedo ayudarte. Recuerda que si buscas resultados diferente no hagas siempre lo mismo.
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